Sentir o no sentir, ahí está la cuestión. Huimos del dolor como si este fuera el culpable de la situación que estamos viviendo, nos enganchamos de unas frasecitas positivas que son más tóxicas que la misma situación. Es de valientes asentir a lo que es y vivirlo tal como se presenta aceptando que las cosas las vemos tal y como somos nosotros.