Los mercados mundiales comenzaron a temblar ayer después de que Arabia Saudita redujo su producción de petróleo en 50% tras el ataque con drones contra dos de sus plantas lanzado por rebeldes yemenitas. Irán, por su parte, calificó de "insensatas" las acusaciones de Estados Unidos, que denunció a la república islámica como responsable de la agresión.Las instalaciones de Aramco en Abqaiq y Khurais, en el este del país, incendiadas anteayer por drones de los rebeldes hutíes de Yemen, representan el 5% de la producción mundial de crudo. El gigante petrolero afirmó ayer que trataría de restablecer un tercio de su producción para hoy.